Los responsables de la iniciativa apuntaron que pese a que la actual situación de crisis no propicia las ventas, sí hay un gran número de entidades interesadas en el alquiler. Las previsiones de la empresa indican que las instalaciones estarán ocupadas en su totalidad en un año y medio.
“Aqua se finalizó en pleno boom inmobiliario y se ocupó totalmente un año después. Nosotros, pese a la crisis contamos con la ventaja de ser un proyecto innovador, sin precedentes en Valencia y con la suerte de tener en el proyecto a la CAM, que ofrece unas condiciones de financiación inmejorables”, explicó Juan José Clemente, director técnico de Ciudad Ros Casares.
De hecho, los precios de venta se sitúan en 2.000 euros por metros cuadrado y los de alquiler en 11 euros por metros cuadrado. La CAM ofrece una financiación de hasta el 80 por ciento a las personas físicas y autónomos con un plazo de 40 años y con un plazo de 20 años a las personas jurídicas. Los interesados cuentan además con la posibilidad de alquiler desde 1.350 euros al mes, así como con el alquiler con opción a compra durante cinco años con deducción del precio de compra del 100 por ciento de la renta satisfecha por el inquilino.
Proyecto innovador
El complejo de negocios Ciudad Ros Casares ocupa una superficie de 150.000 metros cuadrados y se ubica entre los términos municipales de Valencia y Xirivella, junto al centro comercial Gran Turia. El recinto cuenta con 14 edificios: cuatro de oficinas, dos de ofilofts, siete edificios con 540 lofts, 4.500 metros cuadrados comerciales y una parcela de 70.000 metros cuadrados.
El proyecto, que cuenta con una inversión de 220 millones de euros, es obra del estudio de Arquitectura Reid Fenwick Asociados de los arquitectos Mark Fenwick y Javier Iribarren, creadores entre otros proyectos del Nuevo Mestalla o Duo Lun Barrio en Shangai. El propio Fenwick señaló durante la presentación de de la ciudad afirmó que la iniciativa no es sólo una promoción inmobiliaria, sino también una apuesta sociológica.
“El objetivo es crear un modelo de vida. No sólo arquitectónico, sino crear una ciudad donde se integra el trabajo, la vida cotidiana y el ocio. La construcción pretende fomentar la integración social y para ello cuenta con espacios comunes tipo ‘corrala’”, explicó el arquitecto.
El proyecto cuenta además con las más avanzadas tecnologías que dotan a cada local de fibra óptica que permite alcanzar una velocidad de 300 Mbps. En materia de seguridad, cuenta con dotaciones internas y externas de última generación, integradas con instalaciones domóticas conectadas al control central de la parcela y los teléfonos particulares.
Ciudad Ros Casares cuenta con 31 locales, desde 70 a 2.000 metros cuadrados pesnsados para abastecer de servicios al proyecto. Se espera que el recinto cuente con una clientela potencial superior a las 10.000 personas diarias y centenares de empresas. Además, los siete edificios Loft inaugurados ahora cuentan con 628 plazas de aparcamiento además de 246 trasteros. Asimismo, se espera que en las instalaciones trabajen más de 7.000 personas.
«Barrio inteligente»
Durante su visita, Rita Barberá consideró el complejo como «un barrio que hace a la ciudad más moderna, más innovadora y más líder, y que permite compaginar vida privada y vida productiva». La alcaldesa destacó que se trata de la primera zona de lofts y oficinas de estas características que existe en España y que, además, permite «aprovechar las sinergias entre universidad, empresa y juventud».
Asimismo, destacó la «vida inteligente» de este complejo que «mira a la creatividad y al futuro». Además, resaltó el trabajo de la compañía en un momento «terriblemente difícil» y señaló que espera «el anuncio de futuros proyectos para seguir empujando el avance de Valencia».